REVISTA LOGÍSTICA TRANSPORTE Y ALMACENAJE - 08/03/2022
Editorial.

La Guerra informativa, aquí y en la logística.

La Gran Tergiversación.




Occidente ve ahora las consecuencias de la eliminación permanente de periodistas en Rusia. Ve los efectos de la permanente persecución de la libertad de expresión en Rusia, como un síntoma temprano de un régimen defectuoso. No se puede decir que la salud de nuestros medios profesionales sea mucho mucho mejor. Y ya se ve el efecto de una permanente desinformación sobre una sociedad, una especie de lavado de cerebro, que a los rusos los mantiene postrados, suministrándoles todo tipo de fake news. Aquí los efectos sobre la libertad de mercado son igualmente preocupantes.

Una continua presión para aniquilar económicamente a los medios que difunden la verdad empresarial, es una normalidad que desde el 2008, con las crisis se ha acentuado en España en los ámbitos empresariales. Los lobbys, las empresas, y lo peor el mismo Estado, emplean medios de desinformación masivos, similares a los de enemigos en guerra. Lo que se puede llamar la tergiversación permanente. La permanente intoxicación que desemboca en una especie muy perniciosa de business fake news (noticias empresariales falsas) y business fake paid news, (noticias empresariales falsas pagadas).

Las técnicas de esta Gran Tergiversación se van refinando, a saber algunas de ellas:

1. Se dominan uno o dos medios, mediante el pago de publicidad a cambio de la publicación de todo tipo de mensajes. Siempre sesgados, tergiversados a favor de lobbys, empresas o administraciones. Los comunicados y notas de prensa se publican, sin ningún análisis, sin ninguna crítica, ni recortando la flagrante auto propaganda, tal cual. Se deslizan entre otras informaciones de actualidad, sin diferenciarlas lo más mínimo. Se da fake news por true news. Son los maestros del paid news, cobrar por mentir.

2. Ante cualquier información negativa se emiten informaciones "blanqueadoras", que citen a la empresa, lobby, administración, que ha actuado mal, con el propósito de cegar y saturar primero los buscadores de Google, y luego la atención de los lectores. Por ejemplo una empresa incurre en una actividad discutible o es responsable de algo, e inmediatamente se emiten noticias de que ha recibido tal o cual premio, es el mejor empleador, o colabora con una ONG, o ha recibido las ISO u otras certificaciones.

Lo de menos es el contenido, solo es necesario que internet lo difunda y tape la información negativa.

3. La utilización de medios seudo profesional blanqueadores.

Cómo los buscadores de Google, Yahoo, etc.. discriminan a las fuentes de internet propias de empresas y organizaciones que siempre se auto citan, han surgido medios "blanqueadores" que por poco dinero publican esas noticias dando credibilidad en los buscadores a las mismas. En el marítimo hay varios. Cualquier seudo periodista, con un terminal de internet, pone en marcha un medio y se dedica a ello. Se gana uno o dos sueldos y esparce las business fake news. Se han construido verdaderos negocios alrededor de estos agregadores de business fake news.

Este tipo de business fake news, crece, hasta bloquear los terminales de información y sin duda las neuronas de los lectores. Desde que se inventó el correo electrónico, cualquier hijo de vecino, puede escribir desde cualquier terminal de cualquier empresa, cualquier ristra de tergiversaciones, informaciones sesgadas y mentiras acreditadas, y difundirlo con el sello y el marchamo de la empresa o de la asociación, o cualquier otro colectivo con interés económico.

El fenómeno, se ha hecho tremendamente grave, con la llegada de internet, donde la facilidad de emitir informaciones sesgadas, tergiversadas o directamente falsas a infinidad de terminales, tanto de ciudadanos normales como de medios de comunicación, hacen que la difusión de estos Fake News que nadie controla, se están convirtiendo verdaderamente en un problema del siglo 21.

Es algo que solo se aprecia en su verdadera dimensión, por los medios de comunicación, que ven sus buzones de entrada, llenos todos los días de comunicaciones que no aguantan el más mínimo análisis, ni comprobación, ni contraste, son en suma prácticamente todos ellas informaciones sesgadas, informaciones de auto propaganda y incluso en muchos casos siguiendo un manual de universidad de marketing, informaciones que intentan tapar otras que salen en Internet verídicas, sobre esas empresas colectivos o lobbies.

Antes, los periodistas se dedicaban la mayor parte del tiempo a buscar informaciones, preguntaban directamente a las fuentes, exploraban el contexto, ahora la mayor parte del tiempo lo dedican a examinar y seleccionar de las informaciones que les llegan, de esta multitudinaria moda del Fake News empresarial, para separar el grano de la paja, y cada vez hay mucho menos grano, y mucha más paja.

Si además la publicación de la paja, de las informaciones sesgadas de autobombo y auto propaganda, se ve retribuido, se paga a los medios especializados en el Fake News, que viven de publicar informaciones pagadas y de la publicidad de esos emisores, siempre condicionada una cosa a la otra se ve el peligro de este estado de cosas. Se ha llegado a la práctica habitual de que si no públicas las informaciones pagadas, el fake news empresarial, ya de entrada no optas a ninguna publicidad.

Ni Goebbels, el ministro nazi de propaganda habría sido más felíz, por 500 euros se vende un medio, sin necesidad de enviar a las SS.

Goebbels, tuvo que regalar millones de radios, ahora las ponemos los ciudadanos.

En Rusia se han necesitado dos décadas de síntomas de lavado de cerebro, 58 periodistas asesinados, para que ahora nos demos cuenta del ambiente viciado de una sociedad. Es una sociedad mentalmente contaminada, la que sostiene un dictador, no sus tanques.

Aquí en lo económico, en la construcción de lobbys que en parte son responsables de desatar La Gran Inflación, con concentraciones brutales en el mercado, actúa la misma limpieza "étnica" de los medios veraces en favor del fake news empresarial y político con efectos negativos para la libertad de mercado.

Lo peor es que lo hace también el Estado, sus administraciones, y los fake progresistas. Miembros de esas instituciones, altos funcionarios se han contaminado de estas perversas prácticas mercantiles, que utilizan a diario, no hay nada más que ver los presupuestos de gastos y patrocinios de muchas administraciones, Puertos del Estado y las AA.PP., y ver las informaciones que emiten.

Los ciudadanos que confían en lo público, se ven traicionados por la espalda, cuando los fake progresistas, llamados a tutelar el mercado hacen lo mismo. Esto alienta, por frustración, lo que se llama "el pensamiento líquido", que ya no es crítico, ni se esfuerza en contrastar nada.

Se está sembrando un pernicioso sistema informativo, donde todo es de color rosa, se ocultan los graves procesos estructurales, se falsean las estadísticas y se tergiversan los datos.

Cuyos efectos ya están a la vista, pero cuyas consecuencias, como en Rusia acabarán estallando en un conflicto.



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