DIARIO DE LOGÍSTICA TRANSPORTE Y ALMACENAJE - 20/11/2023
Análisis.

El debate de la amnistía ha dado todo lo que puede dar de sí.

¿Ahora qué?

El debate del proyecto económico empieza.


El debate de la investidura ha dado todo lo que puede dar de sí. Todo se desarrolla cada vez más rápido. Se ha comprobado que la defensa de la amnistía es penosa, pero sus efectos serán a largo plazo, y que los nacionalistas sin tener todavía la ley han pasado al chantaje. "Míreme no se la juegue", le dijo Rufián a Sánchez. O "Con nosotros, no intente tentar la suerte porque no le funcionará", de Nogueras. Lo que queda, que de verdad importa, es el proyecto económico que se pueda desarrollar, en esta legislatura.

Poco hay que esperar de una amnistía y una reforma de las leyes que deja al Estado debilitado a futuro, para que cualquiera monte otro lío y en ese caso ya tengamos, el precedente de que habrá que perdonarlos. Además eliminados varios tipos de delitos, será casi gratis armar un lío contra el Estado, rebajada la malversación, ya puede salir gratis robarle al Estado, siempre que no te puedan demostrar que te lo has metido en el bolsillo otra cosa es que se lo hayas metido el producto de lo robado a tus amigos, o conocidos. Y eliminada la sedición ya puede volver Tejero, o Puigdemont volver a hacerlo. Pero lo que envenena el futuro es si no se llega a fin de mes. Lo dijo Rufián

El debate de investidura sin embargo ha servido para que Sánchez, más bien Yolanda Díaz, saque a relucir su proyecto de legislatura basada en las mejoras sociales. La legislatura del tiempo, la llama Díaz, de tener más tiempo libre.

Hay que decir que la pasada legislatura vio el refuerzo de varias medidas sociales como el aumento importante del salario mínimo, la disminución de la precariedad eliminando varios millones de trabajos temporales, pero también persiste y puede que persistan los efectos dañinos de una inflación, que ya lleva acumulada una disminución del poder adquisitivo de los salarios, semejante o superior a la mejora que ha llevado de la reforma laboral y las medidas de aumento del salario mínimo interprofesional.

El problema es ver si a futuro las medidas que se han tomado, que tardan en tener efecto en la economía, más las que se piensan tomar verdaderamente van a conseguir una mejora a largo plazo del poder adquisitivo de los trabajadores. Eso que dice Rufián, llegar a fin de mes.

La señora Díaz, Yolanda, como cortina de humo, ha acusado al Partido Popular de todos los recortes de la era de Mariano Rajoy, y hay que decir en honor a la verdad, que este que no era un Nobel de economía, heredó los brotes verdes de otro que tampoco lo era, Zapatero, y lidió con la fuerte austeridad del Banco Central Europeo.
Zapatero y Solbes engañaron a los españoles en las elecciones de marzo de 2008, adelantadas 5 semanas, cuando ya se veía venir una crisis importantísima, lo peor, hizo poco en esta segunda legislatura. España abordó después de dos legislaturas con el señor Zapatero desde el año 2004 en peor situación.

El siguiente no disfrutó de la manga ancha que ha dispuesto Sánchez a cuenta de la pandemia del Covid, con cientos de millones concretamente, 60.000 millones de transferencias y otros 80.000 millones de préstamos, 140.000 en total.

El señor Sánchez y la señora Díaz, han disfrutado de cinco años con el viento a favor, de una Europa extremadamente generosa y benévola con los déficits, y con la deuda,
sin una Merkel, austera, al contrario con los fondos, por tanto que el país haya recobrado dinamismo desde la terminación de la pandemia no puede atribuirse todo, a la genialidad económica de la legislatura de Pedro Sánchez, aunque podía haberlo estropeado.

Han aumentado la masa salarial, pero al contrario de haber estado proyectando a futuro una economía más moderna, se ha dejado llevar por un crecimiento del empleo basado en los servicios en el turismo, y en la llegada masiva de casi 800.000 personas más a España, en 2 años y el aumento del empleo extranjero en torno a 400.000 empleos, en solo un año, que vienen a ser el 60% de los empleos creados. Atraídos por un salario para empleos de poca cualificación alto en términos relativos, presionando a la baja los salarios.

La prueba del nueve, como la de la amnistía, va a ser a dónde caminamos a futuro, con este modelo, que está más enfocado en repartir la riqueza que en crearla y crecer de forma consistente. Las empresas sobre todo las medianas y pequeñas se ven asediadas.

Sánchez se metió con Feijóo por no haber propuesto en el debate de investidura ese proyecto económico que era más bien su cometido, y Feijoó tenía que haber reseñado, que si tiene un modelo económico de país, que no era el momento del debate, pero tenía que haber señalado las deficiencias del modelo caduco de país del eje PSOE Sumar.

Europa tolera el crecimiento de la deuda y el mantenimiento de un alto déficit porque España, ha mantenido una fuerte recaudación de impuestos al no deflactar ninguna tarifa salvo las medidas por las cuales ha bajado el IVA de diversos artículos de primera necesidad, y de la energía, lo preocupante del modelo a futuro son en primer lugar el fraccionamiento el mercado nacional, derivado de una cada vez mayor independencia de varias comunidades autónomas, la catalana y vasca (la vasca va más lejos en silencio) para tener sus propias normativas, ya no digamos recaudaciones y gasto de impuestos, sin un esquema claro de corresponsabilidad fiscal, (baremos de gasto) y de normas en cuanto a esas transferencias y condonaciones de deuda, que obligarán a subir impuestos, y deuda, en un momento de tipos altos.

Y el insistir solo en el aumento de la masa salarial, por la doble vía de subirlos o trabajar menos y cobrar lo mismo, puede no dar todo el resultado, de momento ha funcionado. Los politicos que prometen la felicidad rápida suelen producir lo contrario. Ya pasó con los brotes verdes de Zapatero.

Ni Sánchez ni Feijóo han mostrado que modelo económico, tienen para los próximos años para España, en medio de cambios estructurales muy intensos, como los tipos altos, posible ataque a la deuda, la deglobalización, la introducción de la automatización, y la inteligencia artificial en los puestos de trabajo y el mantenimiento de un modelo productivo hasta ahora de éxito, pero con sueldos de bajos a moderados, sostenido por el turismo, los servicios y el empleo público.

Este no parece que sea el modelo productivo de las economías punteras del mundo que se basan en la tecnología.

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